Desaparece del mundo un ratito

Desaparece del mundo un ratito

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Una nueva campanilla



Como ha dicho Soraya, mi sobrina Stella ya está aquí, junto a su hermana, sus papis, sus abuelos/as, sus titos/as, sus primos… tan querida y deseada como su hermana mayor.

No dudo que ella, Sheila, como buena hermana mayor, le enseñará mucho. Le enseñará como quitarse los zapatos una y otra vez para desesperar a su mamá. Le enseñará como pedir a la abuela que le ponga el video de Jacky y Nuca una y otra vez. Como quitarse la horquilla de la cabeza. Le dirá que cuando el microondas hace “Clic” es que está la comida preparada. Le dirá en qué cajón se guardan los baberos. Le mostrará que no hay ningún juguete, por caro que sea, que se equipare a una botella de plástico y a una pelota.

Porque las niñas (y los niños) son así. Tan felices que su risa te hace olvidar los problemas. Tan traviesos que en vez de enfadarte te tienes que reír con ellos. Tan pequeños que pueden llegar a ser lo más grande que tienes en tu vida.

Son tantas cosas las que te quedan por vivir, tantas sensaciones, tantas ilusiones por cumplir, tantos abrazos, tantos besos, tantas risas, tantos momentos compartidos, tantas experiencias… que tán sólo puedo decirte:

Bienvenida al País del Nunca Jamás, Pequeña Campanilla


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