Desaparece del mundo un ratito

Desaparece del mundo un ratito

martes, 22 de septiembre de 2009

Otoño, dulce otoño

Hoy empieza el otoño, termina el verano.

De pronto parece que cambia todo, de un día para otro. Del calor al frío. Del sol a las nubes. Los colores del día no son los mismos. Los colores cálidos naranjas, amarillos, rojos,… dan paso a los tonos marrones, ocres, oscuros en definitiva.

El Naranja de una granizada en una terraza junto a la playa da paso al color marrón del café caliente en una taza. La alegría del verano se convierte en reflexión y tristeza. La vida del verano es muerte otoñal en noviembre. El calor del verano termina cuando llegan los aires fríos otoñales. El verano florido se convierte en caída de hojas. Las vacaciones de verano se convierten en vuelta al trabajo y a las clases. El tiempo ocioso veraniego que ocupábamos en salir y disfrutar, quieren convertírnoslo con ventas de interminables fascículos de libros y maquetas que nunca terminamos. El cola-cao fresquito se vuelve caliente a la espera del chocolate invernal.

Yo quiero decir hoy, 22 de Septiembre, que Otoño no es tristeza. Es alegría porque ya falta menos para reunirnos en familia en Navidad. Que la granizada de verano no es lo mismo que una reunión con nuestros/as amigos/as tomando un cafelito. Que las flores de verano ceden el paso a las otoñales Pensamientos, Cyclamens y Azaleas. Que volvamos al trabajo o a las clases con ganas de ver a los compañeros que no hemos visto en el verano. Que las noches de verano en terrazas o en cualquier bar tomando una tapita, se pueden aún hacer pero con un jersey… por si acaso.

Porque en otoño celebramos 2 años juntos Soraya y yo, brindo con colacao calentito por el otoño y por los que ven la parte positiva de la vida durante todo el año, no sólo en primavera y verano.

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